Un abogado penalista es aquel que, desde su titulación y conocimiento del Derecho, se encarga de la defensa de un acusado por delito o falta. Así, el Derecho Penal es el conjunto de principios y reglas jurídicas que determinan las infracciones, las penas y las relaciones del Estado con las personas mediante las supuestas finalidades del castigo y la prevención, y, el abogado penalista, el único profesional habilitado para defensor al ciudadano en tal procedimiento.
De forma genérica estas infracciones pueden ser: delitos contra las personas, delitos contra la salud pública, delitos económicos y contra el patrimonio, delitos contra el orden público, delitos administrativos y políticos, delitos contra la seguridad vial, delitos en el ámbito de la familia. , delitos contra el honor, delitos contra la seguridad social y los derechos de los trabajadores, delitos contra la libertad sexual, delitos contra la intimidad, delitos contra la propiedad intelectual e industrial, delitos contra la administración de justicia, negligencias médicas; en definitiva, cualquier acto subsumible dentro de las disposiciones de castigo del Código Penal.
Pero, ¿cómo se inicia este procedimiento? Ya sea a través de denuncia o querella, mediante la policía o un particular, el Juzgado ha de tener constancia de que existen indicios respecto a una comisión delictiva. A partir de aquí y, muchas veces obrando detención previa, se convoca a una declaración al imputado para comunicarle la apertura del proceso.
La labor del abogado penalista suele comenzar con la asistencia en comisaria previa, o con la citada primera declaración judicial del imputado, pero es importante reseñar que en cualquier instante puede designarse un letrado de su confianza. Ya sea en pleno juicio oral, segunda instancia o incluso en ejecución de sentencia. En las distintas fases procesales estarán tutelados por su letrado, tanto en el plano estratégico como de actuación propia. Controlar la prueba, conocer la jurisprudencia existente sobre el particular y diseñar un buen modelo de defensa a partir del establecimiento de unos objetivos, son las piezas claves alrededor de las cuales debe gravitar el trabajo del penalista . Un buen profesional conjuga una considerable serie de virtudes: empatía, estudio, innovación, redacción, oratoria, inteligencia, templanza, responsabilidad, conocimiento técnico y, por encima de todo, honestidad con el cliente y su entorno.
Por las singulares características de este ámbito jurídico y los valores supremos que están en juego, la libertad y, por fin, la vida de las personas, un abogado penalista debe estar altamente especializado en la materia. Los recursos procesales del sistema y juicio penal son complejos y totalmente diferentes al resto de campos del Derecho. Cuando se ve inmerso en una situación como ésta, no dude en recurrir a un profesional que acredite su experiencia como penalista.
DR Abogados Penalistas Barcelona.