Comienzan en Cagliari las entrevistas de evaluación a los padres para dictaminar la custodia de los menores
Se prevé que este martes comiencen las entrevistas con los menores y sus padres por parte de los peritos en el Tribunal de Cagliari. Todos ellos serán evaluados por separado con la finalidad de analizar el ambiente familiar y la relación de los niños con sus progenitores. Tras ello se procederá a la elaboración de un informe que, posiblemente, será «determinante» para dictaminar la custodia de los menores.
Juana Rivas, madre de los menores, niega en su escrito de defensa ser autora de ningún delito. Indica a su vez que se ha cometido «un flagrante incumplimiento» de los tratados internacionales entre España e Italia en lo que a la investigación de las denuncias presentadas de violencia de género se refiere.
El escrito de defensa presentado en el Juzgado de Instrucción 2 de Granada por José Estanislao López Gutiérrez, Abogado de Juana, refleja la relación de la señora Rivas con su ex pareja, el italiano Francesco Arcuri. Este escrito hace referencia a «episodios violentos» acontecidos desde 2009, momento en el que residían en Granada.
Dicha denuncia originó una sentencia del Juzgado de lo Penal 2 de Granada en la que se condenaba al señor Arcuri a tres meses de prisión junto a la imposición de una orden de alejamiento hacia Juana por un año y tres meses por un delito de lesiones en el ámbito familiar.
A comienzos de 2013, Juana y Francesco tuvieron un acercamiento principalmente telefónico en el que él asegura haber cambiado y ella permite más visitas al progenitor de sus hijos. Además, Francesco ofrece a la familia la posibilidad de vivir con él en San Prieto (Carloforte, Italia).
La crisis obliga a Juana a cerrar el negocio que poseía hasta el momento. Es en junio de ese año cuando toma la decisión de viajar a la isla con su expareja. Pero una vez allí, Rivas vuelve a sufrir malos tratos, tanto físicos como psíquicos, por parte de Arcuri.
Regreso a España
En mayo de 2016, Juana convence a su entonces pareja que le permita visitar unas semanas Maracena para tratar de curarse junto a su familia». Una vez allí, el 9 de junio acude al Centro de la Mujer de Maracena, donde recibió atención y asesoramiento de las profesionales hasta la actualidad. El 12 de julio interpone denuncia contra Arcuri nuevamente por supuestos malos tratos físicos y psicológicos.
La defensa mantiene la falta de aplicación en el caso del Convenio de Estambul. Éste recoge que las víctimas residentes en España podrán presentar denuncias por hechos delictivos cometidos en toda la Unión Europea. Tampoco se tuvo en cuenta el Estatuto de la Víctima del Delito. Dicho estatuto obliga que la denuncia presentada sea entregada de manera inmediata a las autoridades competentes del Estado donde se hubieran producido los hechos.
En palabras de la defensa, esto ha creado «una clara situación de indefensión para Juana y sus hijos que ha condicionado el devenir de todos los procesos en los que posteriormente se ha visto envuelta», tras tomar la decisión de no volver a Italia con los niños e incumplir las órdenes judiciales que expresaban la obligación de entregar al progenitor a sus hijos.
De hecho, en el escrito consta que han transcurrido 19 meses sin que las autoridades judiciales italianas tengan constancia de la denuncia por interpuesta por presuntos malos tratos psicológicos y físicos presentada en España contra Arcuri, por lo que no se ha llevado a cabo ninguna investigación hasta el momento.
A su vez alegan que Rivas incluyó a sus hijos, que poseen nacionalidad española, en su tarjeta sanitaria, los matriculó en centros escolares y guardería y mantenían relación todas las tardes con su padre a través de Skype, quien conocía el lugar de residencia de la familia desde su llegada a España en 2016.
Juana Rivas se encuentra en Italia desde el pasado viernes por el inicio de las periciales fijadas en el Tribunal de Cagliari este martes, donde el proceso civil sigue su trámite para dictaminar quién poseerá la custodia de los niños.
M.M.B.
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